La marca Flor de Tabacos de Partagás, fue registrada en 1845 por D. Jaime Partagás; D. Jaime, catalán de origen, era propietario de una modesta fábrica de tabaco sita en La Habana. Con gran visión, durante 20 años adquirió diversas plantaciones en la región de Vuelta Abajo.
Hacia 1865, con la financiación necesaria, creó la empresa La Flor de Tabacos de Partagás y Cía; D. Jaime Partagás fue de los primeros tabaqueros que cuidó con meticulosidad las técnicas para mejorar la producción, sobre todo en el área de la fermentación.
La fábrica siempre ha estado ubicada en un bello edificio de estilo colonial, sito en la calle de la Industria. Esta fábrica de cigarros es la más antigua de Cuba y una las mayores atracciones turísticas de La Habana y, para el aficionado al cigarro, una visita imprescindible.
En esta fábrica fue donde nació la figura del lector , que tenía la misión de leer en voz alta periódicos y novelas a los torcedores de cigarros, mientras que trabajaban.
En 1864, tras la muerte de D. Jaime (asesinado en una de sus plantaciones), la marca fue entonces adquirida por el banquero José Bances. Años más tarde, en 1879, la marca Partagás fue galardonada con la medalla de oro de la Exposición Universal celebrada en París.
En 1900 la marca fue vendida a Ramón Cifuentes y José Fernández; al poco tiempo Fernández se retiraría, siendo único propietario la familia Cifuentes hasta la revolución de 1959, tras la cual la marca recibió un gran impulso en la apertura de mercados y en el enriquecimiento de su vitolario.
Los cigarros Partagás tienen una fortaleza a caballo entre Montecristo y Hoyo de Monterrey (medio-fuerte), y cuentan con uno de los vitolarios más extensos y más completos. La capa de los cigarros es generalmente color claro.
En la próxima nota, fotos de nuestro amigo Gustavo Allegrin, visitando la fábrica en Cuba.
Hacia 1865, con la financiación necesaria, creó la empresa La Flor de Tabacos de Partagás y Cía; D. Jaime Partagás fue de los primeros tabaqueros que cuidó con meticulosidad las técnicas para mejorar la producción, sobre todo en el área de la fermentación.
La fábrica siempre ha estado ubicada en un bello edificio de estilo colonial, sito en la calle de la Industria. Esta fábrica de cigarros es la más antigua de Cuba y una las mayores atracciones turísticas de La Habana y, para el aficionado al cigarro, una visita imprescindible.
En esta fábrica fue donde nació la figura del lector , que tenía la misión de leer en voz alta periódicos y novelas a los torcedores de cigarros, mientras que trabajaban.
En 1864, tras la muerte de D. Jaime (asesinado en una de sus plantaciones), la marca fue entonces adquirida por el banquero José Bances. Años más tarde, en 1879, la marca Partagás fue galardonada con la medalla de oro de la Exposición Universal celebrada en París.
En 1900 la marca fue vendida a Ramón Cifuentes y José Fernández; al poco tiempo Fernández se retiraría, siendo único propietario la familia Cifuentes hasta la revolución de 1959, tras la cual la marca recibió un gran impulso en la apertura de mercados y en el enriquecimiento de su vitolario.
Los cigarros Partagás tienen una fortaleza a caballo entre Montecristo y Hoyo de Monterrey (medio-fuerte), y cuentan con uno de los vitolarios más extensos y más completos. La capa de los cigarros es generalmente color claro.
En la próxima nota, fotos de nuestro amigo Gustavo Allegrin, visitando la fábrica en Cuba.
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