Según surge de un informe elaborado por el Instituto Nacional de Vitivinicultura (INV), entre enero y julio de 2008, las ventas por volumen en el mercado interno fueron de 5.915.590 hectolitros, mientras que en igual lapso de 2007 ascendieron a 6.171.281; es decir, que se produjo una caída del 4,14 por ciento.
De los resultados de este estudio, que hace referencia a "vinos varietales, vinos sin mención, espumantes y otros vinos", puede concluirse que si ésta fue la variación negativa en volumen, la caída en la facturación fue aún mayor, debido a que los precios subieron por la inflación. En lo que hace a la suma de la comercialización total de vinos argentinos en el mercado interno y en el externo, el estudio muestra que, en los primeros siete meses de 2008, se alcanzó un total de 8.287.870 hectolitros, unos 324.528 más que en igual período de 2007 (cuando se comercializaron 7.963.342 hectolitros).
Si bien la estadística exhibe un crecimiento del 4,08 entre un período y otro, los números reflejan una desaceleración del sector, ya que creció muy por debajo de lo que lo hizo la economía en general en el mismo período (el 8,1 por ciento, según datos del Instituto Nacional de Estadística y Censos).
En lo que respecta al destino de los vinos, el total de ventas mencionado se encuentra repartido de la siguiente manera: 5.915.590 hectolitros se volcaron en el mercado interno y 2.372.280 se destinaron a la exportación.
Esta tendencia se invierte durante julio, en el que el mayor volumen de vinos tuvo como destino el mercado externo. En ese mes, se vendieron en el exterior unos 414.942 hectolitros, mientras que sólo quedaron en la plaza local 1.028 564 hectolitros.
Al desmenuzar un poco más las cifras aportadas por el INV, se puede observar que el mayor crecimiento durante enero-julio de 2008 lo mostraron los vinos varietales con el 7,35%; sin mención de varietal, el 3,13%, y los vinos espumantes, el 2,22 por ciento. En tanto, los otros vinos disminuyeron el 5,42 por ciento.
Asimismo, el INV confirmó que el sector de los vinos espumosos de la Argentina facturó por ventas durante el año pasado 364 millones de pesos e invirtió 109 millones. Este dato se desprende de las declaraciones juradas del sector y de las constataciones que realizó el organismo vitivinícola en todo el país.
El nivel de inversión fue superior a la cifra que el sector se había comprometido a destinar, equivalente al 125% del monto que hubiera debido tributar al Estado en concepto de un impuesto interno al champán del 12 por ciento.
Mediante un convenio entre las bodegas y la Nación se estableció que el pago de la tasa del 12% que esta última aplicó a algunos productos quedaba suspendido por diez años para los espumantes, a cambio de que el sector reinvirtiera una cifra un 25% mayor a la que se debía tributar al Estado nacional. Desde la firma de ese acuerdo, el control del cumplimiento de lo firmado quedó a cargo del INV.
Fuente | Diario La Nación
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