Los puros selectos deberían tratarse como los mejores vinos, ya que son igualmente sensibles al entorno.
En realidad, son los frutos maduros de una combinación rigurosamente controlada de temperatura y humedad. Los puros son biológicos y no sobreviven bajo condiciones adversas a la planta de tabaco que fueron en su día; por eso deben conservarse en condiciones parecidas al las que tuvo el tabaco durante su cultivo, fermentación y su torcido.
Los puros, quizás los objetos más preciosos, deben guardarse en un lugar oscuro y con menores variaciones climáticas posibles, es decir, en un humidor.
En el interior de un humidor existe un microclima, en el que el grado de humedad no es uniforme, pese a los orificios o ranuras dispuestos para que circule el aire y no se deformen las tablillas y los contrachapados; todo esto permite "gestionar" su humidor, colocando los puros más secos lo más alejado posible de la fuente de humedad para que se hidraten lenta y uniformemente.
La conservación de los puros es una de las claves de la experiencia de fumar e influirá decisivamente en el tiro, el sabor y la combustión.
En realidad, el mayor problema que encontrará para conservar sus puros será el de poder estabilizar la temperatura entre 16º y 18º, ya que los humidores no contienen un mecanismo destinado a tal fin, como en el caso de las cavas.
Esto no obstante, debe tener claro que un humidor es una sabia inversión, que le compensará con un buen mantenimiento de sus puros.
Fuente Manual para sibaritas, Mavin R. Shanken
En realidad, son los frutos maduros de una combinación rigurosamente controlada de temperatura y humedad. Los puros son biológicos y no sobreviven bajo condiciones adversas a la planta de tabaco que fueron en su día; por eso deben conservarse en condiciones parecidas al las que tuvo el tabaco durante su cultivo, fermentación y su torcido.
Los puros, quizás los objetos más preciosos, deben guardarse en un lugar oscuro y con menores variaciones climáticas posibles, es decir, en un humidor.
En el interior de un humidor existe un microclima, en el que el grado de humedad no es uniforme, pese a los orificios o ranuras dispuestos para que circule el aire y no se deformen las tablillas y los contrachapados; todo esto permite "gestionar" su humidor, colocando los puros más secos lo más alejado posible de la fuente de humedad para que se hidraten lenta y uniformemente.
La conservación de los puros es una de las claves de la experiencia de fumar e influirá decisivamente en el tiro, el sabor y la combustión.
En realidad, el mayor problema que encontrará para conservar sus puros será el de poder estabilizar la temperatura entre 16º y 18º, ya que los humidores no contienen un mecanismo destinado a tal fin, como en el caso de las cavas.
Esto no obstante, debe tener claro que un humidor es una sabia inversión, que le compensará con un buen mantenimiento de sus puros.
Fuente Manual para sibaritas, Mavin R. Shanken
Muy bueno vuestro blog. Enhorabuena.
ResponderEliminarUn saludo.
Muchas gracias, hemos visto tu blog y también es muy interesante
ResponderEliminarUn abrazo
José