Es el terruño más sacrosanto de la viticultura francesa, apenas unas hectáreas que han sido distinguidas con un codiciado marchamo de aprobación. Si procede de aquí, es champán; si no, no lo es. Sin embargo, en la noche del pasado 13 de marzo Francia procedió a un nuevo trazado de las fronteras del área delimitada como zona del champán, la mayor conmoción que ha experimentado el sector en 80 años, en un esfuerzo por hacer frente a la creciente demanda mundial, particularmente de China y Rusia. Los cambios presagian un nuevo negocio floreciente en las tierras de aproximadamente 40 municipios, y eso sin entrar en los precios de los terrenos, que se van a poner por las nubes. En esas localidades afortunadas que de la noche a la mañana se encuentran con que han sido distinguidas como zonas de producción de champán, el valor de las tierras podría pasar a multiplicarse de repente, en algunos casos, por 200 veces sobre el que tenían antes.
"Si las viñas caen del lado de allá de la demarcación, estarán valoradas en unos 5.000 euros por hectárea, pero del lado de aquí el valor será de un millón de euros", ha comentado Gilles Flutet, que está a cargo de los deslindes en el Institut National de l’Origine et de la Qualité, absolutamente soberano en sus decisiones.
La decisión , anunciada por el Institut National des Appelations d’Origine (INAO), no se ha adoptado a la ligera. Durante dos años, cinco personas, en concreto un historiador, un geólogo, un experto en clima, otro experto en viñedos y un sociólogo, han estado estudiando minuciosamente una lista de localidades a las que se podría autorizar su inclusión dentro de la zona de producción de champán amparada por la AOC (Appellation d’Origine Contrôlée), cuya trascendencia no escapaba a nadie.
Como en el caso de otros vinos franceses, el champán se produce sola y exclusivamente a partir de las uvas procedentes de una región especialmente delimitada, en este caso, en el nordeste de Francia. Las 33.500 hectáreas de tierras que rodean 319 pueblos en los alrededores de la ciudad de Reims, al nordeste de Francia, han producido cantidades cada vez mayores de champán. Durante el año pasado se exportaron 150 millones de botellas, un aumento de más del 7% sobre 2006. Gran Bretaña fue el principal mercado de exportación, pero la demanda imparable de Rusia (un 41% más) y China (un 30% más) ha obligado a llevar la producción al máximo de su capacidad.
Nota de José:
Un dato no menor....el valor del suelo aumentó un 200 %.
Otro dato...los Franceses ya están comprando suelos el el sur de Inglaterra, con lo cual además de seguir expandiéndose por las razones expuestas en el artículo del diario el Mundo de España, ya se pueden palpar los cambios climáticos del planeta.
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