El presidente del Centro de Viticultores del Uruguay, Aramir Silva, teme que la gente ajena al sector no perciba con claridad la gravedad del siniestro. “Están dañados 1.000 de los 2.200 viñedos del país y levantaremos 40 millones de kilos de uva menos: perdimos la tercera parte de la cosecha de 2008 (126 millones de kilos)”, advirtió.
Una comisión integrada por el Ministerio de Ganadería, Agricultura y Pesca junto a la Dirección General de la Granja y el Instituto Nacional de Vitivinicultura (Inavi) gestiona alternativas orientadas a ayudar a los productores afectados. En concreto, se solicitará un crédito blando, del cual se hará responsable el Inavi.
El Departamento Vitícola de esta asociación sigue recepcionando formularios con denuncias, que hasta la fecha suman 950 empresas y daños en 1.000 viñedos. El 95% se localiza en la zona de Canelones y también hay casos en San José, Montevideo, Colonia, Florida, entre otros departamentos. Sin embargo, hay productores que perdieron todo, por lo que no tendrán uva para la próxima temporada.
Aramir Silva admitió que “las heladas y granizos tienen al productor en jaque, más allá del precio de los insumos o de lo que reciben por la uva o el vino, o líos nuevos como que desde 2009 van a entrar vinos chilenos con arancel cero. Pero una helada así hace mucho no se daba”, dijo.
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