Tres de cada diez cosecheros españoles que parten a la vendimia francesa son mujeres, dispuestas a pasar la jornada al sol, doblando la espalda y embadurnándose las manos para vaciar los viñedos del château de turno. "Aquí el trabajo está muy mal y en Francia, además de haberlo, está mejor pago", dice Carmen Legidos, nacida en 1952 en Albacete. Para ella, esta campaña es "una más de las tantas" que ha hecho desde que cumplió 14 años, aunque "esta vez -dice- vamos muchos más porque hace falta dinero".
Ella misma se lleva a casi toda la familia. Y también a muchos vecinos de Lorca, el pueblo murciano en el que ahora vive. "Apenas dije que había trabajo seguro se anotaron unos cuantos."
De lo que no está tan segura es de que el trabajo francés se conserve muchos años más. "Nos llegan noticias de que allí también contratan mano de obra barata por 3 euros la hora, y no sé si querrán que sigan yendo españoles."
Fuentes sindicales aseguran que los bodegueros galos confían en la contratación de jornaleros españoles "porque hacen un trabajo que los franceses no quieren hacer y, cuando terminan, regresan a España sin procurar quedarse, al contrario de lo que intentan otros inmigrantes".
Fuente | Diario la Nación
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