"Cuando vendimos Norton, dije que no me iba a meter más con vinos, a no ser que fuera para tomarlos. Pero a los dos años ya estaba trabajando en un viñedo propio", recuerda sobre los orígenes de la bodega que lleva su nombre y que está ubicada en Russell, Maipú, provincia de Mendoza.
- ¿La decisión de lanzarse con el Malbec fue por gusto propio o por otro motivo?
- En realidad, yo he sido siempre un fanático del Malbec. Estando en Norton, en el año ´72 exportamos a EEUU un Malbec del ´71. Y esa fue la primera vez que se exportó un Malbec como varietal.
- ¿Argentina le saca bien el jugo al Malbec y a su promoción?
- Hay muchos que se han puesto a decir "hay que diversificar, porque el Malbec"? Yo diría que el 90% de los consumidores del mundo todavía no han probado una gota de Malbec. La Argentina exporta más o menos un 5% de la producción total exportada en el mundo. De eso, la mitad es Malbec. Entonces, si estamos conformes con el 2% del mercado internacional, nos tenemos que pegar un tiro (risas).
- Yo no discuto que se haga un excelente Cabernet Sauvignon. Pero siempre va a haber alguien que diga "ah, pero yo conozco uno de California, uno de Australia", etc., y ya entramos en la comparación. En el Malbec, en cambio, nosotros estamos en la posición de ser, digamos, los que escribimos la especificación técnica del Malbec. "Esto es Malbec, y lo que no es así no es Malbec. Punto". Así lo están haciendo los chilenos con el Carménère y los uruguayos bastante bien con el Tannat.
- ¿Qué le pareció la transformación que tuvo la industria vitivinícola argentina en estos últimos años?
- Soy el primer sorprendido. Porque realmente creo que los bodegueros argentinos asimilaron rápidamente los cambios, y luego el consumidor argentino los siguió y aceptó vinos que hasta ese momento eran totalmente inaceptables para él.
- ¿Hacia dónde va el bodeguero argentino en este camino de transformación?
- Me parece que el consumidor argentino nos ha seguido. Quiere decir que hay que lidiar en el mercado internacional, hacer conocer el Malbec y los demás varietales que producimos en el mundo. Pero todavía queda muchísimo por hacer. Hay muchos bodegueros que tendrían que enfrentarse con la competencia y no decir "este vino es el mejor del mundo porque lo hago yo". Yo no digo eso, y yo sé cuál es un Malbec que es mejor que el mío, pero no lo voy a decir (risas).
Fuente | Diario La Nación
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