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Del estacionamiento del Patio de Comidas del Puerto, justo a la hora señalada, empezaron a salir de sus autos los convocados de la noche, caminando a paso de hombre (lógico !), como atraídos por algún magnetismo invisible, todos dirigiéndose a la entrada de Minipez. Estábamos en territorios de Eduardo, quien nos invito a una Noche de Puchero. No el de llanto en ciernes, sino el de verdad, el de nuestros abuelos en noches de invierno, en fuente ovalada, todos los colores y sabores, humeante, irresistible, con de todo !
Apenas cruzábamos el umbral, nos esperaban con copas de bienvenida a modo de La Previa, con Kir Royal al estilo Sanllorenti : champagne de López y crème de cassis vernácula. Que los 26 presentes celebraron hasta la ultima gota.
El puchero de Eduardo, casi un homenaje, fue de cátedra, todos los ingredientes, sabroso, abundante y rico. Muy rico. Regado generosamente con 2005 Xero Cabernet Sauvignon de Bodegas López, que soportó con honores todos los brindis - y alguna que otra sed remanente -, además de revelarse como justo acompañante del primero, segundo, tercer,….plato que desfilaron frente a cada comensal. Los mozos que nos atendieron fueron atentos y serviciales, otro motivo mas para felicitar a Eduardo y agradecer las deferenciales atenciones de su personal.
Del estacionamiento del Patio de Comidas del Puerto, justo a la hora señalada, empezaron a salir de sus autos los convocados de la noche, caminando a paso de hombre (lógico !), como atraídos por algún magnetismo invisible, todos dirigiéndose a la entrada de Minipez. Estábamos en territorios de Eduardo, quien nos invito a una Noche de Puchero. No el de llanto en ciernes, sino el de verdad, el de nuestros abuelos en noches de invierno, en fuente ovalada, todos los colores y sabores, humeante, irresistible, con de todo !
Apenas cruzábamos el umbral, nos esperaban con copas de bienvenida a modo de La Previa, con Kir Royal al estilo Sanllorenti : champagne de López y crème de cassis vernácula. Que los 26 presentes celebraron hasta la ultima gota.
El puchero de Eduardo, casi un homenaje, fue de cátedra, todos los ingredientes, sabroso, abundante y rico. Muy rico. Regado generosamente con 2005 Xero Cabernet Sauvignon de Bodegas López, que soportó con honores todos los brindis - y alguna que otra sed remanente -, además de revelarse como justo acompañante del primero, segundo, tercer,….plato que desfilaron frente a cada comensal. Los mozos que nos atendieron fueron atentos y serviciales, otro motivo mas para felicitar a Eduardo y agradecer las deferenciales atenciones de su personal.
Final de helado con mensaje críptico (nunca querrás saber qué dice), y remate con Kir Royal, digo el que supo donde quedaba algo. Postrer brindis con Xero, por los invitados, por Martin y su generosidad con los hidráulicos, por Eduardo anfitrión, y por los ausentes que igual estuvieron con nosotros.
Que querés que te cuente ! Una reunión mas entre amigos, otra perla para el collar de agrados. Entonces, cuando es la próxima ?
Y como fué una ‘extraordinaria’, todos contentos nos fuimos a tomar un café.
Vinosamente, Leonardo.
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