sábado, 1 de marzo de 2008

Cumple de Raul y Vinos con Historia.-

By Leo Ferrando

Tiempo de lectura : 3:15 min.

En el silencio de la noche, el clac del cerrojo sonó fuerte, una llamada de atención : llegué bien, estoy en casa, bueno por hoy. Los cófrades que fueron de la partida, contentos con la velada que acababa de terminar, ya estarán llegando a sus casas – pensé -, preparándose para irse todos a dormir, con un sueño de día miércoles.

Pocos en la avenida de la costa, la niebla suspendiendo las luminarias como naranjas mágicas, el ruido sordo del motor, el mar invisible pero presente. Un escenario mas que propicio para recordar los detalles de las efímeras, pero duraderas, horas anteriores.

Gracias Raúl por tu generosidad, buena voluntad y humor con los cófrades, y a Monti, por estar siempre dispuesto a brindarse. Es lo menos imaginativo que se me ocurre para agradecer sus atenciones - mascullaba esperando el cambio a luz verde.

Montchenot Brut Nature cerró la reunión, salud ! por todos lados, brindis por el generoso anfitrión, por el maestro de asadores, por los ausentes, por enólogos de estas y otras latitudes, por los deshielos y las brisas de la precordillera, porque nunca perdamos la sed ni amigo para compartirla, por el sol esquivo…. uf ! sobraron motivos valederos. Brillante e inquieto en la copa, este champenoise acompañó antes el postre de helado casero, de dulce de leche y de chocolate, con nueces, almendras, avellanas… Como si estuviera el mago Copperfield camuflado en la concurrencia, desapareció atomizado entre 24 cófrades e invitado, que no perdonamos bocado.

Levantados de los asientos, deambulando por el jardíin y por el quincho, ya habíamos celebrado las carnes adobadas por Raúl : lomos y bondiolas enteras, sobre la parrilla, a la lumbre del fuego de leñas. Además de ser poco frecuente esa manera de asar, salieron a lo Monti : de excelente para arriba, modestamente. Chateaux Vieux tinto fue una fija para estas viandas, acompañadas de ensaladas de todo tipo, pan casero y aderezos peligrosamente ricos, que olvidate de dietas.

A las carnes las precedieron una picada con ‘de todo y aun mas’, y cazuelitas con chorizos asados a la pizzaiola, que creo las vi pasar. Como para darle tiempo al asador para practicar sus artes. Tampoco el apuro, vamos. A ver ese tinto, Juan, gracias ! Salud !

La parte académica estuvo a cargo del anfitrión de lujo, que nos agasajó con vinos de su cava, depositarios de historias y recuerdos de sus andanzas. Esos vinos que se guardan para una ocasión notable, y que casi siempre quedan a la espera de una mejor, mientras algunos - los mas ilusionados y menos preparados -, desesperados por el olvido, se suicidan lentamente en la obscura soledad del sótano.

‘Para qué guardamos estos vinos, caros, importados, de excepción o de producción limitada ? Para quizás presumir del tesoro que no se toca, o para disfrutarlos, solos o con nuestros amigos ?’ – sentenció Raul. Que su cumpleaños, que estábamos celebrando en su casa, era una buena ocasión, y en compañía de sus amigos, mejor aun. Al probarlos, nos fue contando el porqué de haber guardado ésta y esa otra botella, la anécdota, la memoria reavivada. Fue un agrado compartir esos recuerdos y los muchos brindis.

Te lo cuento cortito, y de a poco, asi vas gustando los vinos de la noche :

Chardonnay Maison Rosselot 2002, 13.2º, de Bodegas Esmeralda- Catena Zapata. Cepas de Agrelo – Lujan de Cuyo, Mendoza. Crianza en barricas de roble.





Reserva Tinto Rioja 1996 DOC, 13º, de Viñas Ardanza, La Rioja Alta, Labastida, España. Botella Nr 903093. 80% tempranillo, 20% garnacha.

Cabernet Sauvignon Reserva 1997 Luigi Bosca, 13º, de Bodegas Arizu, Mendoza. Cepas de viñedos El Paraíso, Maipú. 18 meses en barricas y 12 meses en botella.

De una partida de 65.000 botellas, esta fue la Nr 345993.

Saint-Emilion Grand Cru 2000 Chateau Pindefleurs, 12.5º, Appelation Grand Cru Controlee. 70% Merlot, 30% Cabernet Franc. Firmado Micheline Dior, propietaire a Saint-Emilion, Gironde, (Bordeaux) France.

Fernando, sobreponiéndose al desgarro de un tobillo, anunció que estábamos todos invitados por el dueño de casa. Y que Martín, cónsul de Bodegas López en la ciudad, obsequió los hidráulicos Montchenot y Chateaux Vieux. No terminábamos de celebrar el gesto bi-generoso - y la contentura de sentirnos con los bolsillos menos desprovistos -, cuando un grupo de jacobinos del ala sur del quincho, en franco ánimo piquetero, se soliviantaron al son de ‘queree-moospagaar !, queree-moospagaar ! ‘, cánticos que iluminaron los ojos del implacable tesorero. No fue difícil convencerlos de su actitud discordante, y se reintegraron, previo brindis, a la celebración. Monti, de luto, porsu.

Visitamos la cava, el sueño del pibe …, bueno, para cuando el pibe crezca y pueda beber, quiero decir. Lástima tanto vino rico, tantas opciones, pero un solo hígado, la sed limitada y el día de apenas 24 horas ! Así, no llegamos a probar ni los de Tupungato del año !

Hola, qué tal - nos saludó a la entrada - pasen, derecho al fondo. Feliz cumple ! Mirá, un pez rojo en el estanque !.Como los koi del Parque Japonés – acotó un cófrade recien llegado. Es para el sushi, le gusta bien fresco - se oyó atrás. No va, es una carpa grande, tiene muchas espinas - dijo uno mas sabido. Es un nishikigoi de adorno, símbolo de amor y amistad en Japón. Y no se come ! – una voz, alejándose, cortó la discusión. Esperá que me fijo donde dejé el auto, por si los muchos salud ! Bajo la luz del farol de la esquina, cerrado, las llaves en el bolsillo derecho, confirmado.

Y entramos a celebrar el cumple de Raúl, en una reunión ordinaria de La Corte, que prometía sorpresas. Como siempre.

Vinosamente, Leonardo.

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