Hablamos mucho del vino, de cómo comprarlo, cómo guardarlo correctamente, cómo combinarlo con las comidas, etc. Hablamos incluso de corchos, barricas y viñedos, pero poco hablamos de las copas. Y le voy a proponer un juego sencillo para comprobar la importancia de una buena copa: pruebe en el mismo momento, el mismo vino, uno servido en una copa adecuada de vino y otra en un vaso cualquiera. Después me cuenta.
La forma, grosor, limpieza y olor de una copa tiene influencia, positiva o negativa, clara y directa en la vista (color), aromas y sabores del vino que estemos catando o bebiendo. La copa es realmente la principal herramienta para catar un vino ya que es el elemento que nos acerca, presenta, enfoca y sirve el vino. De hecho, un degustador profesional se niega a catar un vino, si no es en la copa adecuada.
La compañía austriaca Riedel es sin lugar a dudas la productora de las probablemente mejores copas disponibles en el mercado. Esta compañía ha investigado en profundidad, mediante infinidad de catas ciegas con catadores profesionales, las implicaciones e impacto en el aroma y sabor de distintos tipos de vino, por zona de origen y varietales, de copas con distintas formas y bordes, cantos. Se han creado, copas de distintas formas y cantos a la medida por ejemplo de la uva Chardonnay, la Cabernet o de los grandes tintos de guarda. La forma del borde, del canto de la copa, se ha diseñado específicamente para dirigir el líquido a la zona del paladar más adecuada para el tipo de vino. La claridad del vidrio y su grosor, afectan a la visión, a los colores. El tamaño y forma de la copa, inciden en los aromas, mediante su mayor o menor aireación y su difusión o concentración. La forma del canto, el borde de la copa, define el lugar de la lengua en el que el vino va a "aterrizar", determinando la primera percepción de sabor. Este último punto es muy importante. Una copa que, por ejemplo, sea capaz de dirigir el líquido hacia el centro de la lengua, minimizando el contacto con los lados de la lengua (acidez), será capaz de minimizar la acidez, En definitiva son copas capaces de enfatizar el carácter y personalidad del vino.
Lo que en todo caso es importante recordar es la importancia de la copa, su forma y la calidad del cristal, tanto en claridad como grosor. En la actualidad, aunque para muchos en nuestro país representan una inversión importante, el rédito será inmediato si nos gusta beber buen vino y disfrutarlo en todo su esplendor. De todas formas no es necesario llegar al extremo de comprar copas Riedel para cada tipo de vino. Basta con que tengamos un juego de copas adecuadas para vino, de las que hoy podemos encontrar una variedad importante, tanto de precio como de calidad, en nuestro mercado. La única imposición ineludible si Ud. se considera amante del buen vino, es desterrar los vasos y cualquier copa tallada, de color o formas extrañas.
Por último, la respuesta a la frecuente pregunta sobre si se deben cambiar las copas cuando degustamos distintos vinos. Lo más correcto sería hacerlo, pero como esto no siempre es posible, le aconsejamos "envinar". Esta practica consiste en vaciar todas las copas del vino anterior (para ello lo mejor es beberlo), servir una pequeña cantidad del siguiente vino en una copa y con ésta "mojar" todo su interior, mediante un movimiento rotatorio, como si fuéramos a catar. Una vez mojado todo el interior de la copa, se trasvasa ese vino a la siguiente copa y así sucesivamente. Así se consigue "limpiar" los aromas del anterior vino y preparar las copas para el siguiente
Fuente: Blog Caminos del vino
Salud ! !
José Miranda
La forma, grosor, limpieza y olor de una copa tiene influencia, positiva o negativa, clara y directa en la vista (color), aromas y sabores del vino que estemos catando o bebiendo. La copa es realmente la principal herramienta para catar un vino ya que es el elemento que nos acerca, presenta, enfoca y sirve el vino. De hecho, un degustador profesional se niega a catar un vino, si no es en la copa adecuada.
La compañía austriaca Riedel es sin lugar a dudas la productora de las probablemente mejores copas disponibles en el mercado. Esta compañía ha investigado en profundidad, mediante infinidad de catas ciegas con catadores profesionales, las implicaciones e impacto en el aroma y sabor de distintos tipos de vino, por zona de origen y varietales, de copas con distintas formas y bordes, cantos. Se han creado, copas de distintas formas y cantos a la medida por ejemplo de la uva Chardonnay, la Cabernet o de los grandes tintos de guarda. La forma del borde, del canto de la copa, se ha diseñado específicamente para dirigir el líquido a la zona del paladar más adecuada para el tipo de vino. La claridad del vidrio y su grosor, afectan a la visión, a los colores. El tamaño y forma de la copa, inciden en los aromas, mediante su mayor o menor aireación y su difusión o concentración. La forma del canto, el borde de la copa, define el lugar de la lengua en el que el vino va a "aterrizar", determinando la primera percepción de sabor. Este último punto es muy importante. Una copa que, por ejemplo, sea capaz de dirigir el líquido hacia el centro de la lengua, minimizando el contacto con los lados de la lengua (acidez), será capaz de minimizar la acidez, En definitiva son copas capaces de enfatizar el carácter y personalidad del vino.
Lo que en todo caso es importante recordar es la importancia de la copa, su forma y la calidad del cristal, tanto en claridad como grosor. En la actualidad, aunque para muchos en nuestro país representan una inversión importante, el rédito será inmediato si nos gusta beber buen vino y disfrutarlo en todo su esplendor. De todas formas no es necesario llegar al extremo de comprar copas Riedel para cada tipo de vino. Basta con que tengamos un juego de copas adecuadas para vino, de las que hoy podemos encontrar una variedad importante, tanto de precio como de calidad, en nuestro mercado. La única imposición ineludible si Ud. se considera amante del buen vino, es desterrar los vasos y cualquier copa tallada, de color o formas extrañas.
Por último, la respuesta a la frecuente pregunta sobre si se deben cambiar las copas cuando degustamos distintos vinos. Lo más correcto sería hacerlo, pero como esto no siempre es posible, le aconsejamos "envinar". Esta practica consiste en vaciar todas las copas del vino anterior (para ello lo mejor es beberlo), servir una pequeña cantidad del siguiente vino en una copa y con ésta "mojar" todo su interior, mediante un movimiento rotatorio, como si fuéramos a catar. Una vez mojado todo el interior de la copa, se trasvasa ese vino a la siguiente copa y así sucesivamente. Así se consigue "limpiar" los aromas del anterior vino y preparar las copas para el siguiente
Fuente: Blog Caminos del vino
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